Me enamoré Me enamoré de un tal enamorado del cielo. Le gusta ver los colores que dilucida el sol, Cuando entre mezclas de aguas y vientos y masas flotantes, Pinta la vida entera en un atardecer. Dice que es de atardeceres y amaneceres. Le gusta empezar y terminar. Tampoco se lo toma muy a pecho, Porque sabe que la vida viene y las cosas van, Que a veces cuando se quiere no se puede, Y que a veces cuando se puede ya no se quiere. Qué suerte que me quiera, A su lado, Por ser yo, Por lo que ve de sí en mi. No importa. Qué suerte que me quiera libre dentro de su libertad. Qué suerte que se tome el tiempo y las palabras. Qué suerte que confíe y quiera confiar. Cómo irme sin hablar de sus ojos, Los que cuando veo, Siento ver el universo entero. En un solo verso (o más bien uni-verso) Me dice con ellos todo lo que debo saber: Estamos, Existimos, Nos miramos y somos, En un segundo, en una palabra, en un momento. Somos. Te quiero y me quieres. Nos queremos y...