Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2021

Colores y yo

Atesorar los momentos. De ponerme límites a mi y a los demás. De sentirme cómoda en compañía y en soledad. De no hacer nada que no quiera. De escucharme. De amarme. De aceptarme humana, débil, con defectos. De aceptar lo que me puede hacer daño y no recibirlo, y sentir el dolor con cuidado y respeto. De no querer gustarle a todo el mundo y no carcomerme cuando no caigo bien. Acordarme de que: ¿yo qué sé? ¿Yo que sé que piensan los otros, o sienten, o saben? -Por más buena que pueda ser mi intuición, no puedo convencerme de que eso que pienso que otros piensan es cierto. Cuidar y entender y proteger, solo es posible en libertad plena de cada ser. Solo es posible en respeto de la autonomía. Mi cuidado debe ser pedido, recíproco y respetado. Y así entiendo también el cuidado de los demás, con respeto y apreciación. Honro y dignifico a los demás y a mi misma en el respeto del espacio, la escucha y la paciencia, que no es sino el amor extendido en el tiempo.  Hago con mis manos para plasmar

Gracias

El virus me carcome. La garganta, los pulmones, las tripas. Poco a poco pierdo las ganas de comer. A veces me dan exactamente lo que pido. Una receta mágica para dejar de comer tanto las semanas antes de irme a vivir a Portugal unos meses, el secreto perfecto para el cuerpo ideal. Los espejos se rompen en la casa cuando yo voy rompiendo etapas. Recuerdo cuando el espejo de cosmetiquera que me regaló Juanita se rompió. Me dije: esto se va a acabar pronto... y así fue.  No sé que me dice este espejo roto justo el día que por fin tengo el tiquete de avión en mis manos: ¿Mírate? ¿No te mires? ¿No te mires tanto? ¿Acaba los ciclos? ¿El ciclo se acabó?.  Había decidido no verme con César, en parte porque no tenía fecha de ida, y en parte porque ya no sentía la necesidad, y en parte porque la ultima conversación había sido rara y pensé que así sería vernos. Ya pasó la misma cantidad de tiempo de haber terminado y lo que nos duró el cuento. Justo cuando quiero acabar las cosas me dan la fecha

Never alone.

Every other week and every other day. I think about us. Most of times I think about the unfinished past that never became the future. Our future.  I must remind myself that just yesterday the thought of codependance seemed so awfuly soffocating. My friends and their friends, all sank in relationships. What for?. No minute was to be found in loneliness, the good one. Why so much fear to being alone? -I remember the feeling of having  IT. Whatever happened in my life nothing could be terrible enough because I had him. I could always -And did always, come back to him. He would cuddle the fear, or the anger, or the sadness away, so that I wouldn't have to hold it and carry it, or even try to understand it.  Now the last one. The last relationship that I was in, I kept on wanting everything to be something it wasn't. I keep on regretting having said things that I think ruined it all, maybe even him. That's my latest realization and learning for life. Slow down. Stop meeting peop

Otro día que parece domingo, y lo es.

Para eso estoy. Estoy para no estar. La vida va pasando y yo me voy alejando de ella. De ellas, de ellos, de todos. Soy feliz, o eso creo. Lo tengo todo. Entre más tengo, menos doy. Entre más soy mía, menos soy de alguien.  Me acurruco en el pasado que me trajo hasta aquí, a veces con orgullo, a veces con rabia. Se sufre en medida de lo peor que le ha pasado a una en la vida. Tengo buenas historias, como material de película. Todo parece estar pregrabado y ya casi me tengo que ir a dormir. Ojalá se me olvide por una vez poner el despertador. Pero si es que hasta los sábados despierto temprano. Los domingos, ni se diga. El vacío de ayer soluciona la llenura de la nostalgia de hoy.  Nostalgia. Un estado muy victimizante, muy cómodo. El eterno añoro de lo que fue. Salgo de la casa y los transeúntes de domingo son en su mayoría gente que no es gente. Gente que a los ojos de la gente es infra-gente. Gente con cara de humano y cara de vicio, o de domingo, eterno.  Melancolía. Rosada, de pron