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Mostrando entradas de enero, 2021
 Wheresome, wheresome. Sometimes we fall in love, Sometimes we fall out. How can it all be so light and so heavy. How can I care so little and then so much. I desperatly want to like them, I need their approval. I was okay just a few hours ago and suddenly I felt like going out again. Letting it all out again. I said I wouldn't do it anymore. I swore that was no healthy way to meet people. I see numbers and faces and corny ass phrases. I swipe and like, to the left, to the right. What's the point. Last time turned out bad. Why? Why do you insist? Why do you belive? Why do you unstrust to learn to trust and later on learn you were right by not trusting?  Fix it. You've got to fix it. He is not them. You are not them. Nothing's gonna change the past. Actually, everything can change the past. You only saw one thing. You were not her. He loved you. You are not her. He wanted to be with you more than anything. His heart is with you all the time. You used to love him, remembe

12 de Octubre de 2020 - Otro oculto

 Si hay un hilo eterno el nuestro se rompió. Los atardeceres siguen iguales, los días pasan, la lluvia cae, el sol brilla tanto para mi como para ti. La vida es eterna y digo que todo lo conocido es infinito, porque todo retorna una y otra vez. Tú volverás en algún momento a existir para mi, y resentirás todo lo que dije, me odiarás y te odiaré, y ojalá que no por eso dejes de buscar el rumbo por el que ibas, y ojalá que no por eso te deje de querer. Solo las estrellas saben si te cruzaste para irte y volver después. Nadie sabe. El hilo se rompió

9 de octubre de 2020 - Lo que oculté

Ojalá algún día entiendas, que para ser nada hay que ser todo.  Estaba sentada en la esquina de la mesa, podía ver desde allí hacia la puerta del bar. Entraste. Y entraste, y nunca te fuiste. Las canciones me recuerdan a ti, pero solo al recuerdo. Hay días que siento ira, otros tristeza, otros nada, otros nostalgia, otros son normales, inclusive felices, tranquilos.  Menos mal nunca viajamos juntos, más allá de las palabras y los quince o veinte kilómetros entre La Calera y Bogotá. Menos mal nunca te llevé a mi lugar favorito, hace mucho no voy a mi lugar favorito. Menos mal nunca te canté mis canciones, ni tampoco las letras hechas con mis manos. 

El año nuevo

Todo vino y pasó. En medio de un dolor placentero, el tiempo que ha pasado se empieza a esfumar con la esperanza de un nuevo inicio. ¿Qué quiero? No mucho. No demasiado, nunca demás. Agradecer, agradecer, agradecer. Porque de todas las cosas malas que habrían podido suceder aquí estoy. Aquí están las personas que amo, unas lejos, otras cerca, pero están. Está la música que acompañó este momento tan extraño. La que me escuchó llorar, la que me alegró el día, la que se quedó en silencio justo cuando lo necesitaba. Personas nuevas que han venido a quedarse, otras que pasaron y se van y quién sabe si volverán. Los gatitos, gorditos, sanos, no sé si felices pero vivos, y a mi lado justo aquí, justo hoy. Las letras que plasmaron de vida los recuerdos imposibles de olvidar. Las que se vomitaron y las que se comieron con paciencia. Despedirme de mi, quien no cree que todo es posible, porque en pequeñas medidas me he demostrado que lo es y que lo merezco. Aprendo a confiar y desconfiar, a amar