Corazón amarillo de un caballo alado

La página sigue en blanco, y siempre seguirá. "Vivir el momento" "Vivir el presente". No es borrar. No es olvidar. ¿Atravesar? ¿Pertenecer? ¿Dilucidar? Las cosas nunca son, realmente como se esperan. A veces sorprenden de buena manera, a veces decepcionan. Incluso cuando son exactamente lo que pensamos, sorprendidos estamos porque al blanco le hemos dado. ¿En cuál de todos los tiempos vine a dar, que ya no sé si vine, si vengo o si voy?... a enamorarme, de enamorarme, o a amarle. Un rato más de odio y me despido de todo y de todos. Un "me gustas" más y de la ventana en movimiento que va al techo sin fondo, me boto. -Él nunca ha sido lo que espero. Pero siempre lo he esperado.

Aire para respirar, Luz para iluminar. Vienes y te abres paso como quieres. Pisas, Y bajo tus pies retumban mis pasados, que lejos en tu cercanía quedan, de estar pisados.

Lo vi hace mucho tiempo y llegó. El sol lo trajo detrás de la luna llena, de esa que me llena con ella pero me saca de mi. Se me van retacitos de mi cuerpo entre las piernas y al tiempo el mundo se revuelve. Revira mientras sus ojos brillantes me dicen verdades que no quiero oír. Lo escucho, Y ahora que lo escucho revivo, de entre la muerte, eso que creí nunca volver a sentir. Llegaste.

Tres páginas. Dos horas y media y tres páginas. Una lista eterna de The Smiths, una de New Order. Mil y un pensamientos viéndome bailar en medio de una pista oscura donde huele a cigarrillo, como la música de la época. El video de los cuatro acuerdos. "Hay que castrar al Edipo" Ya supera tu obsesión con ella. Ya entiendo y recuerdo por qué Maria sonaba decepcionada cuando le dije que ya no estaba trabajando. El cuerpo se construye a través del tiempo, y los momentos del tiempo. Cuerpo máquina, cuerpo economía, cuerpo odiado, cuerpo producto, cuerpo consumo. La única forma en la que en medio de este sistema podría construir mi cuerpo, era siendo independiente dentro de él. No lo soy. Me relegué al techo cómodo de mi madre con la excusa de querer arreglar nuestra relación. Estaba cobrando lo que me "correspondía por derecho". Estaba cansada de trabajar. Quería depender conscientemente. Me dejé y me postergué. Otra vez Camila. Otra vez no niña, no hija, no s