Vuelvo a mi.
Me he tenido que ir lejos un par de veces para encontrarte y encontrarme allí. En todo lo que haces, en todo lo que dices, en tu amor infinito, comprensivo y compasivo.
Lejos o cerca, estás. Todo lo que hacemos sin saberlo, está escribiéndose en las páginas de la otra, como una profesía, como una oración, como un hechizo.
No hacen falta las palabras, por fin. Somos niñas, infantes; al vernos, vemos nuestras almas. Reímos, en ínfimo honor por la luz de la otra. Somos.
Mickey, Mick, Baby:
No sabía lo profundos que eran mis rincones hasta que quisiste conocerlos todos.
No sabía que me ibas a enseñar tanto.
Siempre supe que te iba a querer como a mi sangre.
Nuestros hijos serán tuyos y míos, y nuestros corazones palpitarán siempre desde el mismo vientre que nos hizo hermanas.
Comentarios
Publicar un comentario