Ir al contenido principal

Quiero

Los domingos no llegan solos. 

Por un momento de felicidad que llegue, habrá otros tres que te recuerden que la vida podría ser de mil maneras, pero casi nunca la que quieres.

Pienso en retrospectiva y pierdo la perspectiva. A veces vivo muy acá, a veces muy allá. Me afana saber del futuro porque no siempre tuve estabilidad. Me cuesta soltar el pasado porque me hizo mucho daño. Tengo sueño, dormí por mucho 5 horas. Ya disvarían los pensamientos y se hacen agua los sueños. Qué sed de sueños.

Ahorita mismo no tengo claro dónde están todos los que hace meses sentía. ¿Qué quiero ahorita mismo? Olvidar. Quiero olvidarme de él, nada más. Quiero dejar de pensar en las cosas que diría en cada momento que vivo, en los chistes que haría, en la forma pedante en que me miraría frente al resto de la gente y en como sus ojos se aguarían al verme después de pelearnos. Quiero olvidar el "mi amor", el "confía" el "te quiero así lo dudes todo el tiempo", quiero olvidar su sonrisa, su voz grave, las cosas que me gustan y aún me gustan de él. Quiero olvidar que lo quise mientras el se olvidaba de mi. Quiero olvidar que pasó y cómo pasó, y la sensación obsesiva y profunda de su abrazo en mi llanto, de cómo le temblaron las manos la primera vez que nos besamos. Quiero dejar de extrañarlo, de quererlo, de buscarlo donde ya nunca va a volver a estar. Quiero encontrarlo en otro lugar de mi cuerpo que no tenga los recuerdos, que no me erice la piel con verlo, que no me escriba cuando lo pienso. Quiero entender que no está, no sé que tanto estuvo y ya no estará. Quiero tener certeza de que el dolor se va acabar, de que voy a volver a mi. Quiero poder ver mis sueños claros sin su ausencia ni su presencia. Quiero saber qué quiero de aquí a un año, como antes, quiero ser la que era antes. Quiero confiar sin pensar en el pasado, quiero ser libre para amar. Quiero tener la paciencia para quedarme y comprender y acompañar. Quiero que mi memoria deje de revirar irreversible al rededor de todo lo que ya no está. Quiero seguir, amar y sentir el amor, y ver el amor cuando está.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me fui para volver

Me fui... pensando que nunca volvería, pero al mismo tiempo pensando en que precisamente por pensar así, volvería, y así fue. Tenía 21 años cuando decidí irme a vivir a Múnich, Alemania como Au Pair. Llevaba años queriendo hacerlo pero mis planes allá no eran muy claros, inicialmente quise viajar por el mundo aprendiendo idiomas y cuidando niños, lo cual en  su momento de verdad me gustaba mucho, pero en mi imaginario de lo que tenía que hacer para lograr alcanzar eso, pensaba que necesitaba antes que nada: mucho dinero. Me concentré en trabajar y ahorrar para poder pagar una agencia que me guiara en el proceso y me contactara con quienes serían me familia de acogida. Hacer eso me tomó más tiempo del que esperaba y cuando por fin logré pagar una agencia, me estafaron; pagué al rededor de 1200 dólares para hacer todo el proceso, el cual incluía cursos de alemán básico para pasar el examen que se necesita para la visa, todo para que después de 6 meses dijeran que mi contrato se hab...

El tercer desencantamiento

La evolución, el capitalismo y el ego. Yo diría que hay un cuarto: el feminismo. Pero ese no es el tema. Recuerdo una charla con una chica de Filosofía. Me dijo que la filosofía solo quiere conquistar, irrumpir, destruir a las ideas contrincantes. La ciencia de la sabiduría parece no ser muy auto reflexiva, o más bien muy ética. Parece no querer coexistir con nadie, siempre el origen, siempre la ciencia pura, siempre la madre o el padre. Siempre los hombres detrás de las ideas que interpretan, explican o comprenden. Ahora que lo veo así, podría decir que no hay mucha diferencia entre evolución, capitalismo y ego. Todas acumulan, todas se aferran sin saber que se adaptan, todas luchando por coexistir con los otros pedazos de versión de humanidad, o de humanidad en conjunto. El ego podría ser la acumulación de experiencias, de memorias, de historia. Una evolución que enfocada en teoría de la acumulación reproduce a un ser humano que aferrado a su pasado se justifica en su present...

Venceremos

Me siento inmune, lo soy. Al virus, al sufrimiento, al paro.  No paro de pensar en él. Es tal vez de las pocas cosas para las que no estoy dormida, inocua, débil.  Me sobran las ganas de estar con él, de saber de él, de verlo bien. Feliz, chistoso, seguro, él. Él, que a 5 horas de conocernos me dijo que no sabía porqué, pero de repente quería verme mucho, y tal vez que ya nunca me fuera de su lado. Él que aún cuando intento escribir con ira sobre todas las otras cosas que suceden además de él, siempre es la primera o la última frase, cualquiera de las dos de vital importancia. Me siento dormida, llevada, traída.  Hoy estaba en la marcha feminista. Una niña de 17 años se suicidó luego de haber sido violada por 4 policías en una estación. Ni siquiera eso me duele. No me duele porque sé que seguramente eso fue lo mejor que pudo hacer. Porque sé que estar allí es vivir una película de terror eterna. Nunca se borra. A veces la pasas más rápido, a veces más lento. A veces duele...