Ir al contenido principal

Loss

 I've lost.

Too much in too little time. I tried to convence myself that I was okay. 

"You're okay, you're okay, you're happy, you'll move on"

But I'm not. Not right now. 

I cry, almost everyday. I cry because suddenly everything hurts. I could feel alone under this circumstances, but I don't. I don't feel alone. I simply feel out of base. Out of sight. Out of love for myself. I ran out of love. I used to have so much of it just a few months ago. Where is it now? Where is the love? Was it just that all other people around me kept on filling me up with their love? Was it not mine? Was it ever mine?

I look at myself and I avoid looking for too long. I'm scared I'll realize I don't like what I see, I hate what I see. I rather just ignore it. 

I listen to myself and all I hear is how much I've hurt with my ways of being. I'd like to hurt myself as much as I've hurt others, so that I understand, so that I learn, so that I feel, again. 

I keep on wanting to go back in time and do things a different way. I keep on desperately trying to fix what I did. I keep on thinking that it's not enough, whatever I do, it's not enough. To heal, forgive, forget and move on. I'm stuck. I'm stuck in self pitty and shame. I'm even ashamed that I get to be so sad when everything around me is really so good, so calm, so incomprehensively perfect, yet, I'm always this. Endlessly unsatisfied, endlessly unsurprised by life. 

I lost them, many of them. No past will ever come back so I can fix things. I wonder if the guilt will ever stop. I want it to stop. I want them to come back to me. I love them and I hurt them, and I'll keep on doing it because that's part of the deal. Love and hurt, love and hurt. Fix and mess, all a mess.

I'm here, and I will never stop trying.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me fui para volver

Me fui... pensando que nunca volvería, pero al mismo tiempo pensando en que precisamente por pensar así, volvería, y así fue. Tenía 21 años cuando decidí irme a vivir a Múnich, Alemania como Au Pair. Llevaba años queriendo hacerlo pero mis planes allá no eran muy claros, inicialmente quise viajar por el mundo aprendiendo idiomas y cuidando niños, lo cual en  su momento de verdad me gustaba mucho, pero en mi imaginario de lo que tenía que hacer para lograr alcanzar eso, pensaba que necesitaba antes que nada: mucho dinero. Me concentré en trabajar y ahorrar para poder pagar una agencia que me guiara en el proceso y me contactara con quienes serían me familia de acogida. Hacer eso me tomó más tiempo del que esperaba y cuando por fin logré pagar una agencia, me estafaron; pagué al rededor de 1200 dólares para hacer todo el proceso, el cual incluía cursos de alemán básico para pasar el examen que se necesita para la visa, todo para que después de 6 meses dijeran que mi contrato se hab...

Los otros

Iba de camino para el centro. Por primera vez en cinco meses me acercaba a aquella zona ajena a mi comodidad que he de decir que no es mi zona, nunca lo ha sido. No he tenido que estudiar por allí, ni hacer vueltas por ahí, y tal vez la única cosa que me ha traído gustosa a visitarla, es ir a la cinemateca a ver películas; a veces sola, a veces acompañada, pero siempre con un pedazo de vacío en el estómago después de terminar la realidad corta que he acabado de vivir... el mundo que nunca fue. Mis amigas y mi hermana estudiaban allá, inclusive cuando era mi cumpleaños me iba allí a verlas celebrarme... siempre incómoda, siempre intranquila. El centro es un lugar mágico para muchas personas, y yo no lo puedo negar, pero su magia surte los efectos de una magia más bien negra sobre mi. Los pasados que solo recuerdan los lugares, las pisadas eternas que invocan el hedor de la muerte, que muestran en la belleza de las casas que así como todo empezó algún día en algún chorro de Quevedo, así ...

Venceremos

Me siento inmune, lo soy. Al virus, al sufrimiento, al paro.  No paro de pensar en él. Es tal vez de las pocas cosas para las que no estoy dormida, inocua, débil.  Me sobran las ganas de estar con él, de saber de él, de verlo bien. Feliz, chistoso, seguro, él. Él, que a 5 horas de conocernos me dijo que no sabía porqué, pero de repente quería verme mucho, y tal vez que ya nunca me fuera de su lado. Él que aún cuando intento escribir con ira sobre todas las otras cosas que suceden además de él, siempre es la primera o la última frase, cualquiera de las dos de vital importancia. Me siento dormida, llevada, traída.  Hoy estaba en la marcha feminista. Una niña de 17 años se suicidó luego de haber sido violada por 4 policías en una estación. Ni siquiera eso me duele. No me duele porque sé que seguramente eso fue lo mejor que pudo hacer. Porque sé que estar allí es vivir una película de terror eterna. Nunca se borra. A veces la pasas más rápido, a veces más lento. A veces duele...