Hace cuatro años te conocí.
No tenía idea de cómo llegarías a cambiar mi vida, pero lo hiciste.
No hubo palabra alguna y aún así, no hubo risa alguna que no estuviera llena de amor. Sólo sabías amar. Me enseñaste a amar. Lo sigues haciendo.
Eres todo lo que alguien pueda soñar jamás. Tu vida es la prueba perfecta del sentido de existir. Mi niña, mi sol, mi raíz, maestra. En todas las palabras que no sabías decir, me hiciste cabar hacia dentro de mi, y encontraste por fin el tesoro que no sabía que guardaba. Eres luz eterna en mi camino. Eres memoria de paz y recuerdo infinito del presente estar.
Crecerás y probablemente nunca sepas lo que hiciste en mi; y probablemente nunca sepas quién soy, pero siempre me tendrás, y siempre te tendré, y la vida ya nunca será la misma, y ojalá que en tu imagen sonriente encuentre siempre la fuerza para que nunca lo sea, siempre revirante, siempre calladamente constante.
Siempre, Feli-feliz.
-Feliz cumpleaños
Comentarios
Publicar un comentario