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Vete.

Aléjate de mis alas que te cortan. Vete.

Vuela lejos de mi libertad que te encierra, que no te deja ser. 

Vuela lejos de todo lo que digo, porque nada de lo que digo te hace bien.

Sufre. Porque soy difícil de olvidar. Porque te dije muchas cosas que eran reales. Porque quise que todo fuera cierto. 

Soy como un cuerpo espín. 

Te quiero con ternura a la distancia, y en el calor de los días te voy a acompañar.

Pero si te da frío y te acercas demasiado, me será inevitable lastimarte con mis púas. Me será inevitable dañarte. No sé como no hacerte daño si te acercas demasiado. Perdón.

Huye, vete, vuela.

La vida es una, y no soy nada de lo que realmente quieres, además de lo que crees querer.

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