En lo común de quienes somos nos encontramos, el uno en el otro. Difícil decir que nuestro ego no ha jugado el juego de hacernos sentir atraídos. Anoche soñé que no me conocías y ahí estabas, y me molestaba que estuvieras, porque lo que creías conocer de mi era lo que ya sabías de ti. Me hiciste a tu forma y en tus formas omitiste las formas de ser mías. Nos reconocimos, el uno en el otro. Y cuando nos vimos allí plasmados nos gustamos, porque sabemos que no somos gente mala. Porque buscamos el bien, y estamos cuando nos necesitan. Sentimos con pasión. Lloramos con fuerza. Dormimos profundo. Gritamos con ira. Amamos sin pensar.
Me temo lo que me temí desde el principio, solo que esta vez más real. Me temo haberte herido con mis palabras, o peor aún con mi sentir, y haberte alejado solo porque no puedo ser otra, más que la que soy. En mi sueño sentía una tristeza profunda, y de repente ese vacío de no querer hacer nada me invade.
Te vas, me duele, y de repente creo que te quiero.
Para, en, por muchas cosas.
Julio 18
Me temo lo que me temí desde el principio, solo que esta vez más real. Me temo haberte herido con mis palabras, o peor aún con mi sentir, y haberte alejado solo porque no puedo ser otra, más que la que soy. En mi sueño sentía una tristeza profunda, y de repente ese vacío de no querer hacer nada me invade.
Te vas, me duele, y de repente creo que te quiero.
Para, en, por muchas cosas.
Julio 18
Comentarios
Publicar un comentario