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No es que no te quiera, te lo juro
Es que no se si deba, es que no se si quiera, es que no se si pueda.
Es que son pocas las cosas que siento que haces por mi. Estábamos bien, íbamos bien, te empecé a conocer en maneras que no te conocía, y sentía tu cariño de maneras que nunca me habías dado antes. Y sentí que te entendía, sentí que te quería y me querías.
Y es que parecen ser pocas las cosas que siento que haces por mi, sino por ti. De las necesidades que no tenemos en común, cuando me das algo se siente como si lo hicieras para sentirte buena madre, pero no para mi... es un para ti indirecto. Y me haces feliz, y recibo, y aprecio, y me gusta, y disfruto de lo que me das... pero me pregunto, si no tuvieras interés por ti misma, tendrías interés en mi? O solo soy efecto de los afectos egoístas? O solo soy instrumento de tu propia felicidad?

La idea de desaparecer vuelve... esta vez no por siempre, solo de este espacio, solo del recuerdo que la niña herida suscita, que llora, que está sola, que no se siente parte de nada, que parece haber nacido de la nada, o del polvo y del aire y un poco de fuego que parece ser lo único que le mantiene viva. Ella que en su certeza de que estaba viva porque quería, quiso irse por siempre, y volvió exactamente al mismo lugar para quedarse, porque merecía la pena lucharla, merecía la pena cambiar, querer, entender, amar.

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