Ir al contenido principal

Camila

Una sola
Tienes que ser una sola y todas ellas.
Femeninas, no masculinas.
Buenas, no malas.
Lindas, no feas.
Despiertas, no pendejas.

Eres una sola,
Y en todo lo que eres,
Eres, también,
Todo lo que no quieres ser.

Tienes un solo nombre:
No hay Laura que te justifique
Ni María que te esconda
Ni Andrea que te acapare
Ni nada que te pueda escapar de la entereza, del nombre, encerrado, agotado, utilizado que te abre los ojos y te hace voltear cuando se pronuncia.
Que si dijeras en inglés, se entendería como una tal Pamela
Una tal persona,
Una tal si fuera.

No eres mucho más que ello.
Por dentro te sientes de otro nombre, no te hablas de Camila, ni de Pamela. Ni de niña, ni de buena, ni de mala, ni de linda, ni de fea, menos despierta, más pendeja.

Camila,
Una, toda. Nada.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me fui para volver

Me fui... pensando que nunca volvería, pero al mismo tiempo pensando en que precisamente por pensar así, volvería, y así fue. Tenía 21 años cuando decidí irme a vivir a Múnich, Alemania como Au Pair. Llevaba años queriendo hacerlo pero mis planes allá no eran muy claros, inicialmente quise viajar por el mundo aprendiendo idiomas y cuidando niños, lo cual en  su momento de verdad me gustaba mucho, pero en mi imaginario de lo que tenía que hacer para lograr alcanzar eso, pensaba que necesitaba antes que nada: mucho dinero. Me concentré en trabajar y ahorrar para poder pagar una agencia que me guiara en el proceso y me contactara con quienes serían me familia de acogida. Hacer eso me tomó más tiempo del que esperaba y cuando por fin logré pagar una agencia, me estafaron; pagué al rededor de 1200 dólares para hacer todo el proceso, el cual incluía cursos de alemán básico para pasar el examen que se necesita para la visa, todo para que después de 6 meses dijeran que mi contrato se hab...

Los otros

Iba de camino para el centro. Por primera vez en cinco meses me acercaba a aquella zona ajena a mi comodidad que he de decir que no es mi zona, nunca lo ha sido. No he tenido que estudiar por allí, ni hacer vueltas por ahí, y tal vez la única cosa que me ha traído gustosa a visitarla, es ir a la cinemateca a ver películas; a veces sola, a veces acompañada, pero siempre con un pedazo de vacío en el estómago después de terminar la realidad corta que he acabado de vivir... el mundo que nunca fue. Mis amigas y mi hermana estudiaban allá, inclusive cuando era mi cumpleaños me iba allí a verlas celebrarme... siempre incómoda, siempre intranquila. El centro es un lugar mágico para muchas personas, y yo no lo puedo negar, pero su magia surte los efectos de una magia más bien negra sobre mi. Los pasados que solo recuerdan los lugares, las pisadas eternas que invocan el hedor de la muerte, que muestran en la belleza de las casas que así como todo empezó algún día en algún chorro de Quevedo, así ...

Venceremos

Me siento inmune, lo soy. Al virus, al sufrimiento, al paro.  No paro de pensar en él. Es tal vez de las pocas cosas para las que no estoy dormida, inocua, débil.  Me sobran las ganas de estar con él, de saber de él, de verlo bien. Feliz, chistoso, seguro, él. Él, que a 5 horas de conocernos me dijo que no sabía porqué, pero de repente quería verme mucho, y tal vez que ya nunca me fuera de su lado. Él que aún cuando intento escribir con ira sobre todas las otras cosas que suceden además de él, siempre es la primera o la última frase, cualquiera de las dos de vital importancia. Me siento dormida, llevada, traída.  Hoy estaba en la marcha feminista. Una niña de 17 años se suicidó luego de haber sido violada por 4 policías en una estación. Ni siquiera eso me duele. No me duele porque sé que seguramente eso fue lo mejor que pudo hacer. Porque sé que estar allí es vivir una película de terror eterna. Nunca se borra. A veces la pasas más rápido, a veces más lento. A veces duele...