Te amé mucho, sí.
Esta ortografía dolorosa que marca un tiempo y divide nuestras vidas a la mitad.
Ya no te quiero, pero te extraño cuando no estás.
Me recuerda al sentimiento de tener miles de reliquias guardadas y escandalizarme porque alguien coja alguna de ellas, aún sabiendo que ni siquiera de adorno para la vista las uso.
No me juzgues... en algún tiempo pasado te admiré, te observé paciente mientras tú hacías de mi un molde distinto al destinado. Y te quise con pasión, con amor, con vehemencia... pero nada fue suficiente para este tipo de acidez.
El tiempo vino y nos estrelló contra el espacio; lo que vivíamos pudo haber sido solo una ilusión, tal vez incluso un sueño, un delirio, una alucinación. En caso tal de que fuese cualquiera de las anteriores, he de aclarar que parecía real; cuando acariciaba tu sonrisa, la podía sentir... cuando miraba tu voz, la podía oler... cuando te quise, yo de veras te amé.
Esta ortografía dolorosa que marca un tiempo y divide nuestras vidas a la mitad.
Ya no te quiero, pero te extraño cuando no estás.
Me recuerda al sentimiento de tener miles de reliquias guardadas y escandalizarme porque alguien coja alguna de ellas, aún sabiendo que ni siquiera de adorno para la vista las uso.
No me juzgues... en algún tiempo pasado te admiré, te observé paciente mientras tú hacías de mi un molde distinto al destinado. Y te quise con pasión, con amor, con vehemencia... pero nada fue suficiente para este tipo de acidez.
El tiempo vino y nos estrelló contra el espacio; lo que vivíamos pudo haber sido solo una ilusión, tal vez incluso un sueño, un delirio, una alucinación. En caso tal de que fuese cualquiera de las anteriores, he de aclarar que parecía real; cuando acariciaba tu sonrisa, la podía sentir... cuando miraba tu voz, la podía oler... cuando te quise, yo de veras te amé.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario