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Víctima vs. victimario

Qué triste ser mi papá.
Qué feo ser él.

No tiene perdón,
No tiene excusas,
Su pasado le carcome hasta los pies.

No se puede equivocar,
No puede reír demasiado,
Ni querer demasiado,
Ni querer ni ser querido.

Los errores le pesan, son su cáncer.
Los dolores lo han llevado a cometer errores.

No quisiera ser él.

Ha perdido derechos,
Ha perdido amistades,
Ha perdido a su única hija que condescendiente se limita a decir holas, y estoy bien gracias, pero nunca a preguntar cómo está.
Nadie quiere saber cómo está,
Porque aunque estuviera bien no se lo merece.

No hay excusas,
No hay motivos,
No merece ser feliz.

¿Y si llega a serlo?
Condenado doblemente por cinismo y crueldad,
Él que en forma de victimario se ha permitido pedir perdón y perdonar.
Que calle por siempre,
Su palabra no merece juicio alguno,
Que deje de ver,
Sus errores que nublen su vista y no le dejen ver paso al futuro.

Lo he condenado, consciente, vengativa y quejumbrosa.
Quise quererlo y lo quise hasta que llegó a mi mente un recuerdo desagradable
Lo enfrenté, y lo negó
Y luego volvió a hablarme como si nada.

Ciego él,
Que en su rol de víctima,
Su palabra ya no es escuchada,
Dejó de ver,
Los errores que nublan su vista no le dejan ver paso al futuro.

Víctima vs. victimario

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