Me desperté desde las 3 am.
No pude dormir hasta 2 horas después.
Me levanté sintiendo que no debía hacer nada, más que alimentarme.
Me hice un desayuno rico, me bañé y me puse a trabajar.
Dentro de todo lo que hice -que poco tuvo que ver con el trabajo,
Encontré una oferta de empleo que resonó mucho conmigo y de repente otro mundo posible se abrió.
Un mundo en el que por fin hago algo que me hace genuinamente feliz.
Un mundo en el que pertenezco porque lo que hago importa, impacta, transmite algo.
Hablé con Zuly y le conté que otra vez estaba teniendo pensamientos de ira hacia mi mamá por no haberme dado la seguridad y los medios para estudiar.
Se lo dije a Maria también,
Que me sentía como una niña, de nuevo, pero al mismo tiempo atrapada en este presente que de repente me había traído a un lugar sin sentido, sin forma.
Sin saber que este día era el día del no tiempo, y que los rituales eran los que hice, le escribí a mi mamá todas las cosas que alguna vez me hicieron sentir mal. Me faltaron más, pero logré nombrar muchas, recordar y reencontrarme con una figura masculina que en aquella época me salvó del dolor que sentía.
Su fuerza me levantó y me dio coraje para vivir la vida desde un lugar donde no hay tiempo para los sentimientos. Se paró y con ira, me llevó volando a lugares lejos de la fuente del miedo y la tristeza. Me abrió puertas a mundos posibles sin la familia en la que nací. Me convenció de que yo sola podría con todo, me armó de silencio y guerra. Una guerra contra ella, él, ellas, ellos. Una guerra en que ganar significaría mantenerme con vida para algún día ser feliz.
Sentir de nuevo el fuego y el agua de todo me provocó un hambre insaciable que con ansiedad logré calmar a trompadas de dulce. Cuando dejé de llorar me senté a ver la tele como inyectándome mi heroína. Toda la vida fue la solución para el vacío y el cansancio: más vacío, quietud y ráfagas de alguna fantasía que me haría soñar por las noches que yo no soy esta, esta es solo una de mis formas y en otro tiempo y otro lugar u otro universo, soy otra cosa y soy feliz.
Soy una actriz que se creyó con vehemencia su papel y a veces olvida su origen verdadero. Vivo una nostalgia de vidas pasadas, tiempos que nunca viví. Futuros, pasados y presentes, parecen todos iguales.
Hoy 26 me desperté a las 5am. Toda la semana me desperté en la madrugada sin poner atención.
Hoy me desperté e hice caso a mi estrella. Me levanté a buscarla para ver si el cierre de este canal me daba algún tipo de certeza sobre ese recuerdo único de lo que verdaderamente soy.
Un lugar, una cosa, una forma, un sonido. Las canciones me conectan con el fondo y el centro, y por fin desciendo al llanto más interno, de sentirme sola en este universo gigante de humanos, plantas, monstruos y animales. Las lágrimas corren, los mocos limpian. Vuelvo a casa al calor de mi cuarto, sólo para encontrar al sol, por fin, brillando en el resplandor de mi ventana.
Te esperé, pero siempre estuviste ahí, a mi sombra.
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