Ya no me quedan sino,
Las horas tardías del alba.
Ya no me quedan sino,
Las gotas del agua que callas.
Como un suspiro, tu abrazo,
Profundo y llano,
Como un viento canto, bajito, acallado.
Ya no me quedan sino,
Las horas tardías del alba.
Ya no me quedan sino,
Las gotas del agua que callas.
Te fallé.
Dejé de encontrarte en todas partes, y en todas las cosas.
Dejé de saludarte en las mañanas y de despedirme en las noches.
Poco a poco el tiempo deja de ser testigo de tu paso por mi vida, y tengo que esforzarme por rescatar nuestros recuerdos juntas.
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