Atesorar los momentos. De ponerme límites a mi y a los demás. De sentirme cómoda en compañía y en soledad. De no hacer nada que no quiera. De escucharme. De amarme. De aceptarme humana, débil, con defectos. De aceptar lo que me puede hacer daño y no recibirlo, y sentir el dolor con cuidado y respeto. De no querer gustarle a todo el mundo y no carcomerme cuando no caigo bien. Acordarme de que: ¿yo qué sé? ¿Yo que sé que piensan los otros, o sienten, o saben? -Por más buena que pueda ser mi intuición, no puedo convencerme de que eso que pienso que otros piensan es cierto. Cuidar y entender y proteger, solo es posible en libertad plena de cada ser. Solo es posible en respeto de la autonomía. Mi cuidado debe ser pedido, recíproco y respetado. Y así entiendo también el cuidado de los demás, con respeto y apreciación. Honro y dignifico a los demás y a mi misma en el respeto del espacio, la escucha y la paciencia, que no es sino el amor extendido en el tiempo. Hago con mis manos para pla...