Ir al contenido principal

Tinder y maricadas

Ayer,
Mientras esperaba en las escaleras a que llegara mi mamá a rescatarme después de haber dejado las llaves en una chaqueta que no me puse, me puse a escribirte algo que ya no sé como empezaba, con el 1% de batería que quedaba en mi teléfono.
El caso es que decía algo así: Qué efímero ¿No? -Y seguía con algo que realmente no quería decir; Hoy te quiero decir: Qué efímero ¿No? Cómo llegamos y nos vamos. Cómo somos y luego no somos. Cómo saber con certeza que existes, si de tu existencia solo tengo unos dibujos, que parecen ser palabras, que con ellas escribo, y con ellas creo hablar, cantar, leer y algo más.
No sé.
No sé cómo comprobar que detrás de esto hay un pensamiento, y que detrás del pensamiento había una piel, una piel con movimiento, una piel con sentimientos.
No sé qué fue; o sé que fue exactamente: sólo fue, ya no es.
Llegamos, caminamos y nos vamos, y en las historias a las amigas permaneces, y con el tiempo ya no serás nadie, nadie para este cuento, todo para el propósito de existencia de ésta hoja, en este cuaderno, con esta tinta, del lapicero que estas manos, pensándote, escribieron.


Hito al Adiós del Forastero.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Me fui para volver

Me fui... pensando que nunca volvería, pero al mismo tiempo pensando en que precisamente por pensar así, volvería, y así fue. Tenía 21 años cuando decidí irme a vivir a Múnich, Alemania como Au Pair. Llevaba años queriendo hacerlo pero mis planes allá no eran muy claros, inicialmente quise viajar por el mundo aprendiendo idiomas y cuidando niños, lo cual en  su momento de verdad me gustaba mucho, pero en mi imaginario de lo que tenía que hacer para lograr alcanzar eso, pensaba que necesitaba antes que nada: mucho dinero. Me concentré en trabajar y ahorrar para poder pagar una agencia que me guiara en el proceso y me contactara con quienes serían me familia de acogida. Hacer eso me tomó más tiempo del que esperaba y cuando por fin logré pagar una agencia, me estafaron; pagué al rededor de 1200 dólares para hacer todo el proceso, el cual incluía cursos de alemán básico para pasar el examen que se necesita para la visa, todo para que después de 6 meses dijeran que mi contrato se hab...

El tercer desencantamiento

La evolución, el capitalismo y el ego. Yo diría que hay un cuarto: el feminismo. Pero ese no es el tema. Recuerdo una charla con una chica de Filosofía. Me dijo que la filosofía solo quiere conquistar, irrumpir, destruir a las ideas contrincantes. La ciencia de la sabiduría parece no ser muy auto reflexiva, o más bien muy ética. Parece no querer coexistir con nadie, siempre el origen, siempre la ciencia pura, siempre la madre o el padre. Siempre los hombres detrás de las ideas que interpretan, explican o comprenden. Ahora que lo veo así, podría decir que no hay mucha diferencia entre evolución, capitalismo y ego. Todas acumulan, todas se aferran sin saber que se adaptan, todas luchando por coexistir con los otros pedazos de versión de humanidad, o de humanidad en conjunto. El ego podría ser la acumulación de experiencias, de memorias, de historia. Una evolución que enfocada en teoría de la acumulación reproduce a un ser humano que aferrado a su pasado se justifica en su present...

Venceremos

Me siento inmune, lo soy. Al virus, al sufrimiento, al paro.  No paro de pensar en él. Es tal vez de las pocas cosas para las que no estoy dormida, inocua, débil.  Me sobran las ganas de estar con él, de saber de él, de verlo bien. Feliz, chistoso, seguro, él. Él, que a 5 horas de conocernos me dijo que no sabía porqué, pero de repente quería verme mucho, y tal vez que ya nunca me fuera de su lado. Él que aún cuando intento escribir con ira sobre todas las otras cosas que suceden además de él, siempre es la primera o la última frase, cualquiera de las dos de vital importancia. Me siento dormida, llevada, traída.  Hoy estaba en la marcha feminista. Una niña de 17 años se suicidó luego de haber sido violada por 4 policías en una estación. Ni siquiera eso me duele. No me duele porque sé que seguramente eso fue lo mejor que pudo hacer. Porque sé que estar allí es vivir una película de terror eterna. Nunca se borra. A veces la pasas más rápido, a veces más lento. A veces duele...