Esto es una oda entremezclada de ti y de mi. Te encanta la primavera, y yo nací en ella. Escucho esa canción, "Del tiempo perdido" y más bien me encuentro, te encuentro. Ahí, en ese instante eterno que me conmueve hasta las lágrimas. Me miro y no puedo creer que estoy viva, aquí, contigo, con Robe cantandome al oído las canciones que han acompañado mi tristeza, mi amor, mi nostalgia, mi ira. Aquí estamos y yo siento que me voy a rebentar de alegría. Ya lo dijiste, no sabes todo lo que antecedió lo que siento, y por qué es tanto, sólo yo lo sé. Y es eso, después de tanto tanto, me traje a un lugar seguro donde los domingos no se sienten como un lastre indicador de que la vida sigue, vuelve y empieza, cada semana, cada día, en ese lugar donde muchos sobrevivimos a punta de sueños. Éste era mi sueño, ésta era mi única meta. Sobrevivir, lo suficiente, como para empezar a vivir. Robe canta mientras el violín estremece mi piel "Para estar contigo las horas, para estar ...